Estudiar un año fuera no es sólo cambiar de país. Es cambiar tu vida.
Dejar tu casa, tus amigos y todo lo que conoces para estudiar en el extranjero es un reto enorme. Pero también es una de las experiencias más emocionantes que puedes vivir.
Aprendes a disfrutar de lo nuevo, a confiar en ti y a descubrir todo lo que eres capaz de lograr.
Cada año, miles de estudiantes viajan a Estados Unidos o Canadá con Awex Education. Y todos vuelven con algo en común: una historia única que los cambió para siempre.
1. Abres tu mente al mundo
Estudiar fuera te enseña a mirar la vida con otros ojos.
Conoces nuevas culturas, valores y formas de pensar. Aprendes a adaptarte, a respetar y a disfrutar de las diferencias. Te vuelves más curioso, más empático y más libre.
Esa apertura mental te da una ventaja enorme, porque entender el mundo es el primer paso para dejar huella en él.
2. Aprendes mejor, piensas diferente
Cuando estudias en el extranjero, el inglés deja de ser una asignatura: se convierte en tu forma de vivir. Hablas, sueñas, ríes y aprendes en otro idioma, sin darte cuenta.
Los colegios y universidades en Estados Unidos y Canadá te enseñan a pensar, a crear y a resolver, no solo a memorizar.
Y eso te cambia: te hace más seguro, más independiente y más preparado para cualquier reto académico o profesional.
3. Te conoces y te superas
Irte a otro país da vértigo, sí. Pero justo ahí está la magia.
Cada decisión, cada paso, cada día fuera de tu zona de confort te hace más fuerte.
Empiezas siendo un estudiante más… y acabas siendo una versión mucho más madura y segura de ti mismo.
“Volví siendo la misma persona, pero más capaz y más feliz.”
Eso es crecer.
4. Encuentras tu lugar, lejos de casa
Durante tu año fuera, no solo haces amigos. Creas lazos que duran toda la vida.
Tanto si vives con una host family como si compartes residencia con otros estudiantes, aprendes lo que significa tener un segundo hogar. Personas que empiezan siendo desconocidas se convierten en familia, y cada momento compartido te hace sentir parte de algo más grande.
Esa sensación de pertenencia —de tener un lugar en el mundo— es uno de los regalos más bonitos de esta experiencia.
5. Le das un impulso real a tu futuro
Estudiar fuera no solo te abre puertas académicas y profesionales. Te da poder.
El poder de decidir tu camino, de construir un futuro que refleje quién eres y hasta dónde quieres llegar.Las universidades y empresas valoran a quienes se atreven. A quienes se enfrentan al cambio con actitud y confianza.
Y tú, después de esta experiencia, serás una de esas personas.
6. Descubres tu propósito
El mayor aprendizaje no está solo en los libros. Está en los momentos en los que tomas decisiones, te adaptas, fallas, te levantas y sigues.
Ahí descubres tu fuerza, tus valores y tu propósito.
Estudiar fuera es mucho más que viajar: es crecer, disfrutar, explorar y transformar tu vida para siempre.
Estudiar un año en el extranjero no es un lujo. Es una inversión en tu crecimiento, tu libertad y tu futuro.
Con Awex Education, no solo eliges un destino. Eliges una experiencia que te hará sentir, aprender y evolucionar en cada paso del camino.